lunes, 12 de enero de 2009

UN TRISTE ARLEQUIN


Un arlequín asustadizo
De la sombra,
Que su patética figura,
Proyecta en los crepúsculos de los muros
Resguardándose en la imagen de un niño triste,
Creciendo en una arrecife concurrido
De miles de turbados mamarrachos
Que pretender hablar haciendo pantomima
Exponiendo tanto que nada se le escucha
Solo el farfulleo incomprensible
De unos cansados borrachos.

Encontré su historia de caballero heroico
Al pie de pagina de un libro a escribirse
Fue en la diáspora de transitar de tienda en tienda
Que entre glosas y márgenes subrayados
De disputas que subvirtieron lo continúo del tiempo
Quedo encerrado entre paréntesis turbulentos
Tratando de escabullirse por la blanca ventana
De una hoja que aguarda los versos del momento

Su cosmos se ha cerrado
como sus ojos y su mente
Persuadido de que la mejor paz
es la paz de los cementerios
Su alma desflecada vaga por las ambigüedades
Con una falsa ética,
con un gusto amargo y desabrido
Que se deshace como las letras en el mercado
Quien no ha reído con el payaso y sus travesuras?
Con la cara despintada
se mira en el espejo abandonado
En el que lo mira su figura extraviada
en alguna sinuosa curva dura

Un bufón pintarrajeado hace un discurso
Sobre estar presto para aguzar el oído al rosario
Frente a los ruidos del mar mediterráneo
Donde la historia por una vez llegue a horario.

1 comentario:

Anónimo dijo...

esta chingon la neta..........