En esta Buenos Aires
Ciudad que abriga mis decadas postreras
Me ha impulsado
A cocer lentamente
Cada nombre de mujer
Que atravezo por mi destino
Ayudandome a ser el que devengo
O entorpeciendo este presente mio
Asi, con el puerto a mis espaldas
Con mis sueños poblados de cafetines
Veo caer tu ropa en una noche
Escapandose mis ojos de sus orbitas
Viendo que en tus cuencos
Solo mira la sensualidad
De tus pestañas
En medio del rojo de tus pajaros
Que despiertan agilmente del centro de tu torso
Haciendo nido en mi boca como cantaro
Alli va esta Ciudad
Con tanta locura en sus huesos
Con osamentas centenarias
Tan patricias en sus apariencias
Tan sin nombre en sus miserias
Esas que ocultan en el fondo de su doble apellido
Que sin la muerte, la tortura, imponiendo el hambre
No existirian ni serian la tormenta
En estas tierras de rios amarronados
Con tanta rabia furiosa en su vestido
Por ahí navegan mis veleros nuevos
Los que buscan encallar en algun puerto
Asi como marinero acorrale gaviotas
Zurci el alma de tus atardeceres
Acumule minutos, horas, dias
Con la aguja torva de mi pluma
En el hilado fino de mis versos y sus ayeres
En esta metropolis tan mia
Roce con mis dedos la alborada
Mientras que entre mis manos se escapaba la oscuridad
La misma que tallo tus sombras
Que se derramo incontenible por tus bordes
Venciendo la desidia que me posponia
Hasta acorralarme en el fondo de este lecho
Oyendo tú mudo vocablo que me nombra
Asi me fui quedando
Prendido del último de los verbos
Mirando partir el mar desazulado
Tan raramente vertical
Que me sorprendio la claridad
Tu recuerdo y los ruidos dentro de los caracoles
Creo que no fui plenamente conciente
De la deserciòn de algun enamorado
viernes, 13 de agosto de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario