viernes, 27 de septiembre de 2013

DESPERTÉ


Desperté sonriendo
después de un anochecer infernal
esos que desnudan mi soledad
el que le quita música a mi silencio
haciendo que parezcas inalcanzable
o te diluyas en un abrazo pasional.
Desperté
recordando tu silueta  en el vano de la puerta
apreciando tus sombras envolventes
las que pasaron múltiples veces
arando la superficie de mi genitalidad
en un espacio condenado a lo urgente
a saciar la voluntad de dos amantes
a explorar los restos de un reciente pasado
entre requiebres de primaveras vigentes.
Desperté
creyendo no necesitar más eternidades
verme en el espejo sin tener nuevos miedos
desterrar las palabras de viejas poesías
cuando negué la posibilidad de lastimarme
dejando de ser una herida lacerante
un arañazo en el sitio donde amanecen volcanes
mientras tus dedos acariciaban mis partes
la de este país salpicado por tu sensualidad
desarmando pieza por pieza el vientre de los panes.
Desperté
como si la vida no se compusiera de tiempo
como si la partitura estuviera terminada
como si unos cabellos rojizos
trenzaran los besos volcados en tu dermis
mientras las ventanas amanecen abiertas
como cuando atravieso el verde de tu pubis
multiplicando los panes sagrados del placer
transformando un rosedal de lagrimas
en un incendio sobre tus nalgas despiertas.
Desperté
con mis ojos de pirata en redención
volverán a colgarse de la belleza de tus pezones
volverán para ser el arma que vulnera
con los que desuello la sumatoria de los poros
se inscribirán transitoriamente en tus pupilas
buscaran ahondar en la bruma de la risa
serás la responsable de mi peregrinaje
entre los muros provocadores de tu iglesia

cuando el mundo se detiene y ya no hay ninguna prisa.

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