viernes, 27 de septiembre de 2013

HAY VECES…


Hay veces
en que el asombro me gana
me puede
me hace hacer torpes papelones
y esas veces son tantas
que casi son habituales
ya perdí la cuenta de esos bochornos
más viene a mi rescate
la memoria de mis aciertos
de esas partes de la vida que enaltecen
de ese fuego que de forma nerviosa
se enrosca y contorsiona
nos transforma en llamarada de su incendio
que nos devora
en tanto cada uno se deleita
entre calores y colores
en la superficie de dos países
que usan distinta lengua
para funciones voluptuosas
como traducir el deseo por tus labios
el anhelo por tus puntiagudos pezones
o el área oscurecida de tus aureolas
será que te siento apretujar mis carnes
hasta que te invaden las blancas olas.
Hay otras
en la que me crecen sueños
que derrotan transitoriamente
en largas y duras batallas a las pesadillas
son como nubes inmensas en el cielo
desde donde se cuelgan sin ninguna red
donde mi extensa obsesión por ser feliz
se entreteje con el nombre de una mujer
de nombre corto tras un largo recorrido
que me llegó un domingo tras una semana
de búsqueda de tu puerta de ingreso
de reconocer y recoger tu verde mirada
religiosa amante de un hombre perdido
fue que en la sombra vi tu silueta desnuda
cuando me diste la esperanza como cometido
y me quede sin ojos, ni lengua, ni piernas
me desacople completamente por entero
para rearmarme desde una identidad existente
y decidí no morir más

en el esfuerzo de vivir con este amor postrero.

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