jueves, 3 de octubre de 2013

EL LENGUAJE


Desmaterializar la poesía
convencido de que somos lo que decimos
que el mundo no está afuera
sino montado en la palabra
da lo mismo ser un mandarín oriental
que un simple gajo de rama en el olvido
construir la mañana sin lloviaznas
ver mi brazo sujeto a tu cintura
regodearme con el sabor de tus escasos besos
o separar mis ojos del vértigo de tu silueta
es lo que hace que quiera ser poeta
el retrato fiel me parece una impostura
por eso me pongo otras metas.
Me crees cuando te pienso
porque no estas allí
solo está la proyección de tu ausencia
cuando siento que te extraño
pero sé que eres una ilusión empedernida
la mancha suave de la abstracción tardía
del canto de jilgueros fingidos
de imaginar las calles y veredas atestadas
solo son figuras que nacen de los vocablos
solo son algo similar a todo lo perdido.
Por lo tanto
en el mundo de las palabras absolutas
las que crean mi propia existencia
la que traza la velocidad de mis latidos
la que erecta sin pudor la extensión del miembro
en una carrera contrarreloj por reinventarte
sumo tu figura renovada
 a la desnudez de esta tarde aletargada
no son los números cardinales indescifrables
es la suavidad de lo angelical de tu pelvis
las impensadas rayas estrechas de tu vagina
como la llanura de tu piel desde tu ombligo
hasta colocar mis dedos como sombreros
en la cúpula bella de la invención de tus pezones
con rara claridad sé que es como castigo
por no seguir la ruta poética de los primeros.
No quiero que muera la palabra
quiero vivir entre las hojas de una antología
pasar efímeramente a la posteridad
saber que otros ojos negaran  los míos
pero sería signo una gran torpeza
vivir entre abecedarios inventados
cuando invento hacer el amor con vos
en esta madrugada de larga eternidad.


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