SOY DE UN LUGAR

Soy de un lugar

que llora sus agujeros

que los cuenta de enero a enero

que riega con el agua del recuerdo

aquellas flores y aquella primavera

que en el vino de la tarde

ríe cómplice con sus otros compañeros

ver a la muerte dar vueltas enloquecida

buscando terminar con lo finado

que vive para siempre en los sueños

que pasan de generación en generación

viendo que los mismos se han multiplicado.

Soy de una patria

donde se lloran los abismos que nos duelen

la extinción de las estrellas enamoradas

las noches de oscuridades voluptuosas

donde se festejan unos labios muy ardientes

que no alcanzan a saciar la sed del deseo

donde los dedos femeninos hacen prodigios

para que la piel gastada en las batallas

se remienden con los hilos de la esperanza

y vuelva a henchirse de vigilias en desprestigios

en tanto izamos como bandera la lascivia

de estos seres de carne y sangre en danza.

Soy de un pueblo

que rinde honores a las hembras

ofrendándose en el altar de su contenido

el que ha hecho caminos en el silencio

restañado sus heridas en las penumbras

celebrando el oleaje de los vientos

cuando salpica profundo el aguacero

y al encimarnos presiento

que tu continente habrá de poner contento

con esa mágica dermis con que deslumbras

el resumido espacio donde tiendo los sentidos

para llenar uno a uno tus poros y agujeros.

Soy de un país

del que seguiré siendo

no concibo mi existencia sin su suelo

ni mi rememoración sin sus paredes

tengo por techo los siglos de los siglos

y por ventana tus ojos inmanentes

soy de este lugar del mundo

donde cada mañana me nutro de tu sonrisa

donde cultive mis hijos

como se siembra la buena gente

donde se va gastando la vida sin pausa pero sin prisa.