Todo es sustituible
todo es permutable
todo puede ser la muerte
en una esquina abandonada
digo que todo puede ser la espera
los largos adioses de los desarrapados
los murmullos de hombre malheridos
las ventanas sin plantas en la ochava
pero como todo es la máxima suma de la nada
se borronea mi concepto de lo absoluto
o de lo infinito encerrado en una caja
serán tus besos de esta madrugada
lo único que se guarece de evaporarse
de dejar las partes incompletas entrelazadas
en resumen todo es mentira porque cae
o puede volcar en el ripio de las novedades
lo único que es fiel es esta sed por vivir
aunque relativa porque esta entre sedes y hambres
alternándose con ellas
desapareciendo por varios años y reaparecer
caminando sobre la irregularidad de esta mano
que trata de atraparte y sumirte enteramente
en el acelerado brillo de tus ojos de mujer.
Descubrí detrás del todo
en el comienzo mismo de la nada
un vago sentimiento de soledad y de pereza
un crepúsculo de mitades enfrascadas
de mentiras que recubren otredades
de desiertos que suelen ver plantar mañanas
sin que prospere el bullicio en mi ensenada
cuando te levantas con el tañido de la última campana
en el suelo el clima da las diez
y en mis pupilas te quiero acompañada.
Finalmente recordar
esa amarga tarea que
me he dado
evocar
sin percibir que el pasado es abstracto
un concepto vacío volcado en una hoja blanda
que las múltiples imágenes en caravana
son ilusiones que ya han sido gastadas
que más bien dedicar mi tiempo
en recrear innumerables cosas afectivas
abrir de par en par la puerta del ejemplo
abrazar mansamente aquellas cosas vivas
y querer a mi María en cada madrugada.
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