viernes, 4 de abril de 2014

DESPERTAR


Mi mirada
incrustada a los chirridos de las cosas
al mundo de silencio
yo necesito inventarme en esta noche
con las palabras que tanto me cuestan
mientras la sed ávida, aviesa, triste
como cargar con un dolor marchito
en el medio de un circulo desplumado
terminará por devorarse en el pedregal
las alas de este amor escrito.
Cada anochecer mi vista se rebela
mis ojos se toman en serio
recuerdan comprometerse
con la evocación de la calma matinal
donde las pupilas están ya dilatadas
prestas a abrir las heridas coloridas
engañadas por espectros amorosos
que enjaulan los amores desgarbados
mirada que gime al acelerado viento
en la fantasía de ser indecorosos.
Ya no recuerdo mi niñez
ni esa infancia alborotada
traigo desde la juventud el sabor amargo
de los fracasos en amores femeninos
de insatisfacción en el sexo de burdel
en los suaves forcejeos efímeros
que culminan en derramar versos sobre el papel
multiplicidad de bocas succionadoras
de misterios que saben a ignorancia
de pocas verdades que me mantuvieron fiel.
Aquí estoy
en medio de mi mirada erecta
hechicero de esta civilización actual
romántico trovador de coplas plagiadas
pero en un rincón encuentro
que finalmente encontré lo que buscaba
encontré las cicatrices del amor
encontré las vicisitudes de anhelarte
encontré los restos de las rosas amarilas
solo me queda reconocer que tuve suerte
al ver tu espalda desnuda al despertarte.


Roberto Brindisi

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