viernes, 19 de marzo de 2010

CAVILACIONES DE LA VUELTA



He visto sucumbir mil soles
Más otros mil luego renacían
He visto la noche oscura
En esa inmensa oscuridad aterradora
Que ni en las brutales pesadillas
Tenía el deseo quedo de observarla

Sabes de la desesperación del pájaro
Cuando se pierde de su bandada?
Sabes del peregrinar descalzo
Por tórridos arenales de fantasmas
Cuando el desierto sigue siendo oasis
Y la llegada solo una partida nueva?

He visto morir primaveras deslumbrantes
En el largo transito de esta vida
Sentir como golpea el destino
Con que saña y mueca dolorida
Pero aun asi
En el peor de los inviernos
En el màs inhumano de los otoños
Nunca fui de darme por vencido

Mire correr el río de jazmines lilas
Viendo como se apresuró el tiempo
En quitarme las alegrías fantaseadas
Creo que no estoy despierto
Sino viviendo en una poesía ajena
Solo soy la narración incierta
De una vigilia de clara pena.

Me tranquiliza saber de buena tinta
Que soy un sencillo pronombre
En un mar de versos en garabato
Soñado como la punta de cierta daga
Que se reconoce en algún hombre
Quizás el que menciona otro cegato

He de morir en algún tiempo
Me he de ir como se van las golondrinas
Como la biblioteca de Alejandría
Llevándome en mí finitud ajenas defecciones
Nunca sabre que fue de Ulises, el de la odisea
Ni sabre si Penélope en verdad esperaba
Solo me cargare sobre los hombros
La longitud de los amaneceres de mis lapsos
Los besos robados en los vergeles
Las caricias de mujeres que siempre están
Aunque se hayan despedido
Las camas que aun tienen mi aroma sudoroso

He de morir mucho màs adelante
Cuando la tinta que me da mi pertenencia
Deje de escribir esos poemas
Los ajenos de ajenitud tan propia
Pero en tanto he de vivir constante
En los preciados sueños
En las gotas de una intensa lluvia de verano
En la almohada de tu lecho
En cada letra que compone la palabra
Resistiré
Desde el amor…

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