ME RECUERDO EN LOS BORDES

Me recuerdo en los bordes
De mis palabras iniciales
Aquellas que me afirmaron
Las que no conocían de asperezas
Las que se deslizaban por el océano de tus ojos
O corcoveaban en la punta de tu boca
Mientras un conjuntos de significantes
Hablaban desde las mezquitas de tu pasado
Desde esos colores que cubren sinagogas
Desde tanta iglesia creada por los hombres
Para escuchar tus vocablos de hembra nueva
Que rasga de punta a punta la sabana de este cielo

Y ahora la palabra parece huir
Pero retorna
Como retorna cada primavera
Cada oleada que parece ser tragada por el mar
Como las golondrinas que un dia se marcharon
En medio de un sinnúmeros de espejos
Quebrados, astillados pero nuevamente remendados

Y es de tus labios que escucho el predicado
Aquel que nombra
Aquel que funda
Mitológicamente
La llegada nueva de tantas mañanas claras
De tanta asonante suave
En un lago salobre de textos y contextos
De palabras manifiestas o latentes
Del verbo reinventado y reinventante
En los umbrales de un tiempo sin pretextos

Nace cada dia el abecedario
De tu nombre eterno
Nace cuando anochece
O en los rincones de las alboradas
Nace queriendo aprehender
Las letras de tus suspiros tórridos
En los zaguanes de una calle de mi barrio
Ahí, justo en ese lugar
Donde los dioses inventaron este mundo
Donde fue escrito el autentico evangelio
Reconocedor de un necesario apocalipsis
Alli donde tus signos orientales
Me quitaron los ojos de su cuenca
Para que reconociera la inmensidad del universo
Mirando ya cegado
El interior, el mio, el que no deseaba recorrer
Por ser el más colosal de los laberintos
El de los cofres ahora abiertos sin ruines candados.

Me recuerdo en los bordes
De un presente que me quiere enamorado