DESDE AYER EN ESTA ESPERA
Desde ayer
Solo llueven mariposas
Sobre la esquina de adoquines
De mi corazon partido
No pasan los tranvias del olvido
Solo un inmenso jardin de amapolas
Con el aroma de lo ya perdido
Desde anoche
Solo mueren estrellas en mi cielo
Se parte en el centro un lucero
Dejando huerfana la derecha de la luna
En tanto un rayo rasga el vestido de las sombras
Y se diluye en el recodo de un agujero
Afuera, siempre afuera
Caen gotas de añoranzas oxidadas
Caen petalos de flores desgarbadas
Caen promesas hechas en algidos instantes
Y se levantan fieramente
Las palabras enredadas de mentiras
Los verbos paridos perentorios
Contaminado tanto sustantivo
En los periodos que evoco eso labios
Y me deshago de rezos en tu oratorio
Adentro, en las honduras
Caben las letras de un nuevo abecedario
En los andamios de estos predicados
Sintiendome atrapado por la telaraña del pasado
Resonando los ladridos de unos versos
Que persistentes
Impulsados por el sentimeinto
Quieren escribir una nueva historia
Que dejen haya lejos
Tan atrás como se pueda todo lo perverso
Espero, casi con certeza
Que en los primeros claros
De esta esperanzadora alborada
Me llueva la inspiraciòn de alguna musa
Que mueva mi pluma de poeta
Desenterrando de los mares de vocablos
Los apropiados, particulares
Los de uso no ocasionales
Los que visten de etiqueta
Sobre el escenario de esta existencia
Los que sin pretensiones de asonantes
Le declaren su enamoramiento
A aquella vestal que santifique su presencia
En esta mañana novedosa
En esta madrugada que tanto siento
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