domingo, 16 de marzo de 2014

DECIRES


Cuando yo muera
¿quién me lo ira a decir?
y aunque lo escuche
no he de creerle
porque un muerto no fornica
no hace el amor
ni entabla batallas con la finitud
veré pasar a mis palabras anhelante
intentaré poder tocar
tu delantal de piel y bellos humedecidos
extenderé mis falanges hacia tus nalgas
pero habré fenecido
no sobre un féretro de madera
sino tan solo montando tu cuerpo
de hembra lujuriosa, invulnerable
y desde estas sombras te engañaré
lameré las aureolas de tus tetas
con una lengua que ya no habla
solo gime, jadeando hasta el cansancio
veras mi imagen sucia en el espejo
y no seré yo, tan solo mi reflejo
derramaré mi semen en forma de tinta
para que incubes alguna loca poesía
las velas que encendimos, el incienso
los pétalos de rosas regados en el lecho
son fantasmas de un amor que ha sido
esta ardorosa pasión no existe
el incendio que consume tus palabras
son frutos del espejismo de dementes
más despierto dentro de tu orgasmo
dándome cuenta de que todo existe
como nada también
que este amor no tiene sepultura
que esta tan vivo y tan caliente
que al desnudar lentamente este poema
solo quedan los huesos de una vieja armadura.


Roberto Brindisi

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