domingo, 9 de marzo de 2014

MOMENTOS Y MÁS


Cuando oigo
el lejano silbato de un tren
el sonido de un rio imaginario
el rodar de unas piedras chapoteando,
cuando miro las sombras que se forman
creando cambiantes figuras
como el humo que juega a la ronda
en mi nocturna ventana empañada
tiendo a pensar en este cuarto
en los espejos que colgué
agraciados por la suerte de retenerte
mirando desentumecerse a mi gata siamés
esa que es tan oriental y hábil
que hasta en sus ojos puedo verte desnuda
reflejadas tus formas en las pupilas felinas
sigues siendo trascendente
mas haya de aciertos o de dudas.
Cuando huelo las violetas
que embellecen con sus conveniencias
aun el rincón más desahuciado
en este límite de nuestra casa
donde es sitio habitado por fantasmas
que exhalan el aroma a tabaco viejo
hay millones de ojos que nos espían
excitándose con tus turbulencias taurinas
en la plenitud de tus bendecidos senos
pongo en remojo mi paladar
le saco filo a mis mejores besos
lavo mis delgados dedos en tus afluentes
en tanto sumo noches merecidas
esas que brillan desmemoriadas
recuerdos mezclados con las cosas más urgentes.
Cuando huelo tu perfume
de aroma delicado
ese que recubre la calidez de tu espesura
vale sentirse muy agradecido
dibujando en muros imaginarios
los borrones de mis muchos desatinos
es que encuentro las aristas de mi cordura
separando tus labios insurrectos
cerrando mis ojos a estos raros instantes
donde lo cotidiano asoma inusual
cayendo rendido sobre lo terso de tu piel
sin que represente ningún sacrificio
sino solo pensar en la recompensa
de no desertar del acuerdo de haberme sido fiel.


Roberto Brindisi

No hay comentarios: