lunes, 6 de julio de 2009

EL EDEN TEMIDO




La vida transcurre, pasa
O es la muerte la que acorta espacio?
Desde el fondo del océano, no lo se.
He construido una iglesia,
Una religión, la de la queja,
La de reclamar lo que no me gano,
La de pedir amor,
Desde el fondo más oscuro,
El de mí infierno màs caldeado,
El de mis llamas inexistentes, salvo en mi memoria,
Desde ahí, encadenado, invisiblemente sujetado,
Pido como lisonja lo que creo que me corresponde
No peleo, no me lo gano
Reclamo desde mi victimizaciòn,
Traigo los rayos y las tormentas
Me justifican, dicen de mis heridas abiertas,
Pero nadie me entrega lo que creo,
Lo que en realidad no existe,
O solo existe en el potro de mi grito
En el llanto cobarde de no animarme.
Pido luz, pero cierro los ojos
Solicito el sol reparador
Escondido detrás de una inmenso miedo,
No, alli no llegara nunca lo que digo,
Lo que pido, lo que chillo complejo
No, no construyo camino, solo abismos
Dibujo caricias, pinto manos,
Pero no tengo cuerpo, continente.
Quiero un ser amoroso,
Esculpo su silueta,
Lo proyecto en el cielo, en la bóveda celeste
Elevo la mirada,
Màs lo que sucede a mi alrededor no es sublime
Lo desecho
Voy por màs,
Por nada en realidad,
Abro tanto los brazos que no hay màs pájaros
No hay cantos, ni mares espejados,
Ni árboles con hojas verdes,
Ni flores de querubines
Ni mariposas que aletean en el cuerpo,
Ni cuerpo que es sinfonía imperdible,
Solo hay un libro sin páginas,
Ni palabras autenticas, valientes,
Ni otro signo que no sea el del desierto
Javhe me amonesta, me intima,
A los tibios los vomita Dios, me señala.
El edén esta despoblado,
La serpiente y el fruto son mi pavura
Mientras tanto, mi canto es simulado,
Pero sin vivir no hay amor ni vida.

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