Escribo desde la sombra
De mi ignorancia
En ese lugar desierto
Donde no crece el yuyo de la esperanza
Pero escribo
Me empecino en sacar letras a mi pluma
Mientras en ese movimiento
Dialogo conmigo mismo
Y me doy cuenta cuanto ignoro de mi
De esos fragmentos que me componen
De esos bordes que lastiman
O de esa superficie poco explorada
Que es la madre de mi orfandad
A veces la genesis de mis alegrias
Cuando borroneo
Creo saber que me estas leyendo
Quiero creer que tus verdes ojos
Acarician las palabras sueltas
De este naciente poema
Se que abonaron mis vocablos
El murmullo de tus manos sabias
Las caricias de unos dedos indomitos
Las luces de tu piel oscura
En las noches de religiones nuevas
Tan nuestras
Tan inmensas en su apocamiento
En su raudo aleteo volcanico
Que de no vivirlas
Pensaria que son materia de mis sueños
Ya la hoja perdio su castidad
Unos trazos con formas de fantasmas
Quieren simular jugando
Que del amor nace esta poesia
No se si lo lograran
Pero no hay molinos de vientos imbatibles
Si existe tu recuerdo
Y la posibilidad de tu retorno
Mientras sigo bordando y cociendo
El entramado de mi texto
Que suscribe la fogosa intriga de un esperante
Que sigue viendo tu belleza en el espejo
Ese mismo que retrasa unos instantes
Los necesarios para retener tu imagen desnuda
Que extasiado pueden ver tus fronteras
Como las noches que lo limitan
Como las mañanas que la festejan
Asi como las madrugadas que la alborotan
Cuando el barco de un viejo bucanero
Penetran las entrañas de tus letras
Garabateo desde la infancia de este amor
martes, 2 de noviembre de 2010
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