domingo, 28 de noviembre de 2010

HABITO EL SUEÑO

Creo ser el habitante


De un tiempo sin espacio

Donde no existe la premura

Ni la solicitud de la pereza

Solo el tiempo como moneda

De dudosa legitimidad

Donde los pájaros vuelan

Desplazándose en silencio

O yéndose sin haber arribado jamás

En este reino del sueño

La luz es limpia

El espasmo agudo

Solo penetra el ritmo de un tango

Que me convence que el sur existe

Aunque en mi vigilia

Solo concurra la vereda sin punto cardinal

Y entre el velo de la penumbra

Creo percibir tu voz ríspida

De gata que acecha impiadosa

Reflejándose desnuda en el único espejo

Que aun se jacta de tener reflejo

Mientras intuyo entre las sombras

Tus senos persistentemente erguidos

Dispuestos a brincar sobre mis labios

Los que se diluyen en una baba ardiente

Viendo como tus formas fantasmales

Se redondean en unas nalgas sumisas

Que arriman su popa a la soga de mi amarre

En el preciso instante que se desgranan mis manos

Intentando apoderarse de tu continente

Perforando repitente

El dorso de tu patria erótica

Y en el momento ecuánime donde debería acabar

Este lapso lleno de hechos irreales

Oníricos

Siento que a mi lado te das vuelta

Diciéndome que despertaste

Que bajaste de mi sueño

Que es tu hora de dormir

Que tanto trajín y tanto empeño

Hacen que sientas morir

Y yo despierto sintiendo

Que soy un habitante abriendo zonas

Para que el amor se despliegue

Afuera el viento sopla fuerte

En mi tiempo todo se perdona

Y ahora agradece…

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