CUANDO EMPIEZA LA HISTORIA

Cuando todo empieza
No hay historia
O hay historia por construir.
De saber que hay cosas inevitables
Con tanta sangre inútil
Con tanto sufrimiento ineludible
Con tanto dolor invalorado
Quizás no hubiera dado el primer paso
Quizás me hubiera quedado detenido
Inmóvil, pendiente, aterido.
Pero no pude,
Quizás por ignorancia,
Tal vez porque otra es mi naturaleza.
Así aprendí el reproche de una lágrima
Como los desgarros prestos del exilio
O el destierro de la ternura de tus ojos
En la primavera del verde de tus pupilas.
Asì es como todo empieza,
En la precariedad de mi existencia,
En esa bastardía,
En esa nada inclemente,
Que en muchos instantes
Pretendió ver mi vida arrodillada,
Tras los rasguños del hambre de afecto
Que me lanzo a rodar cual careciente
Por los empedrados caminos
Trazados paso a paso hacia el oriente.
Esto era antes de tu aparición,
Mujer de amores endiablados,
De mirada sensual y atrevida,
De cuerpo desnudo en sombras propias,
De atalayas empinadas,
De fronteras difusas,
Y alamedas transitables
Por aquel a quien lo permitieras,
Y por esas largas piernas,
Esos extendidos brazos,
Por esa suave superficie de glicinas,
Donde centellan los bravíos soles,
De veranos abiertos en pedazos.
Busque tu boca de fruta virginal,
Acaricie tu lengua de textura nueva,
Recorrí palmo a palmo
Los versículos de tu única Biblia,
Afirmè mi pluma de poeta
En las nalgas calientes de tus vocablos,
Hasta escuchar el sonido de la mar,
El clamor azulado de unas olas,
Que me recordaban que por eso vine al mundo,
A hacer la historia contigo en un amor de dos a solas.
Cuando todo empieza, digo,
Ya hay historia.