RECOMPENSA

He decido

desvestir de penas

mis pupilas de papel crepe

dejar que mis ojos

vuelen al encuentro de un nube

que la espesura de mis pestañas

cubran la soledad de tanta infancia

que el iris de mi vista cansada

pulverice los berrinches de las calas

y que sobre todo el tinto de mi mirada

se revele entre el apuro de estas ansias.

No he podido

impedir la caída de las sombras

que albergaban las aves de carroña

hacer inútil

la amalgama de este suelo y el infinito

por donde transitarán los cuerpos

aun aquellos sin esencia

con los huesos expuestos

los dolores colgando de sus carnes

en un abanico de crestas de gallardía

que se han de matar acorde a lo dispuesto.

Y aun asi

apuesto a que la vida bien vale la pena

que no hay días de semanas que sean impares

ni tormenta que borre mi sonrisa

que sigue siendo una bendición

que a mi lado estés abrigada ante esta brisa

tomando con tu mano de piel de mandarina

mis dedos en extremo agotados

desprendido por la soga de la bienvenida

y en pleno centro me espera tu desnudez

la que incita a la ebullición de mi lujuria

cuesta arriba de mis venas

amarrándome con firmeza al rojo de tu sangre

y comenzar a pensarnos trascendentes

cuando incendiemos las torturas y las penas.

Aun asi

la vida me da una recompensa.