miércoles, 28 de octubre de 2009

FATIGANTE ALBORADA




El viento de este instante
Es de un calor insoportable
Sopla sin descanso a bocanadas
Es el aire caliente de mi boca
Que busca la misma fragua en la tuya
pareciendo un aliento libidinal segregado
Respiración incontenida entre tus labios
Bordes carnosos que saben de esta perdición
me veo reflejado en lo terso de tu espalda
Por donde juega mi saliva lujuriosa
Que se pierde entre una multitud de poros
Y se enmienda en la humedad de tu venero.

No hay respiro en esta noche
Como no lo hubo en anteriores
Solo el resuello de las bestias desquiciadas
Pretendiendo ser quizás en las peores
Aberraciones de travesuras sensuales
Los que engañen a los miedos y a la muerte
Por breves lapsos, pequeños momentos
Cuando cabalgando sobre tu pelvis o mis palabras
Tentando audazmente a los demonios
Compliquemos al abecedario
En una cargante reiteración de quejidos
Que arrasen con las hojas mustias de mi otoño

Veo enredado en la crueldad de mi mirada
Que la lascivia de mis ojos en esta tarde
Se mueven velozmente por tu superficie despejada
Haciendo el mismo trayecto zigzagueante
Que inventaron mis dedos, la llaga de mi cruz
Aquella que enterrada en el monte de tu calvario
Puede percibir que no les rezas a otros dioses
Que tus oraciones son profanas y anhelantes
Que tu perfecta abertura fue creada
Para que el goce encontrara su último sentido
En el asalto a tus cumbres nevadas de gigante
De amanecer en los recuerdos aun dormidos

Es que tanto fue el trecho frecuentado
Numerosas las quimeras asesinadas
Que abrir los ojos con tu rostro sobre el mio
No es otra cosa que la promesa de esta madrugada
Una nueva desfallecida y fatigante alborada.

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