sábado, 22 de mayo de 2010

HAY DIAS...




Hay días en que te recuestas de costado
Y el mundo desaparece
Ya no hay más océano
La música se detiene en ese lapso
Los volcanes aquietan su erupción
Las palabras quedan en el tintero
Las hojas de los árboles se resecan
Las sacristías cesan de llamar a misa
El vino se desparrama en los vasos
Y mis ojos quedan detenidos en tu silueta

Hay otros días
En los que giras en la cama
Y las nubes dan sus volteretas
Las alas de los pájaros se aceleran
Los latidos del corazón enamorado se disparan
Las begonias del balcón se pintarrajean
Las veredas descuecen sus baldosas
Las ochavas de las esquinas se hacen rectas
Los ángulos se tornan circulares
Suelen suceder todas esas cosas
Cuando rotas tú forma tan perfecta

Hay jornadas en que despiertas
Enceguecida de amor en la alborada
Desgarrando los nervios de mis sudores
Desterrando la apatía de los espejos
Revolucionando el aire que respiro
Arañando los gemidos más calientes
Desbordando los odres de mi sexo
En esos momentos en que la desidia
La placidez de un mundo voluptuoso
Hace que me entregue mansamente
Generando en las deidades tanta envidia

Hay muchos días
Más de los que yo mismo imaginara
En los que me sorprendo despertando a tu lado
En las primeras luces de la mañana
Cuando no hay jilgueros que revolotean
Ni se asoman las orquídeas en mi ventana
Por temor a que se quiebren tus sueños
Por donde transitan las vestales de algún templo
Con guerreros desarrapados en dispersión
Sabiéndome en esa brevedad tu entero dueño

Hay días impensados
Los días en que tu esencia se ostenta
Los días que me reconcilio con mi utopía
Con lo mejor que me habita
Con todo aquello que me contenta
Son los que encuentro las letras de mi poesia

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