Me interrogue
ante la invención de tu sonrisa
de tu risa franca
contagiosa
si eso no era amor
si inventar en mi mirada
los mundos presumidos de tus labios
la piel canela que apaga el incendio
de mi sexo pleno
que amanece sigilosa
a la espera o al acecho de un trozo más de goce
si todo eso no lo comprende el amor
Seguí con mis preguntas
mientras no te ibas de mi mente
mientras pensaba cuando verte
mientras las olas golpeaban a la barca
en mitad de mi tormenta dadivosa
en el huracán de tu deseo enardecido
en la obsesión de las palabras precisas
las que sensualmente erizan
las que levantan apetitos aletargados
que nos transforman en amantes amanecidos
cuando es el llanto de tu orgasmo
el que cubre por entero mis sentidos
Pude responderme
que el amor es placer en plenitud
más también esto implica
la ineludible condicion del dolor
responderme que se erige
en la estructura de esta ambigüedad,
del te quiero posesivo
y de la consecuencia de esa forma
porque cuando te tengo amada mia
es para que me tengas
me absorbas
me dejes diluirme en tu seno
de pantera en celo.
Me pregunto y respondo
lo que humanamente puedo
dándome cuenta de lo finito
de lo inmensamente limitado
de mis vocablos, de mi verba
de la lengua que designa,
que significa
porque al calor de la caída de una gota tuya
de un silencio sostenido entre jadeo y jadeo
de la exquisita geometría de tus formas
de tu respirar agitado en mí oído
cuando todo esta dispuesto
para la trova agónica de la musa y el juglar
me doy cuenta que en ese lapso alcanzado
en el reflejo de dos almas fundidas en el espejo
en ese instante el amor nace muriendo consumado
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