sábado, 20 de julio de 2013

LA POESIA INQUIETA


Trato por enésima vez
de ponerme a escribir
de abusar de la palabra
clavarle un poema
como un puñal certero
despellejarla lentamente
en cada verso que discurre
pero quizás mi litigio no es con la palabra
quizás es lo que abarco con ella
o lo que no alcanzo a decir
que dimensiones tiene mi vida
cuantas la mitad de mi peor sueño
como he podido emerger de las pesadillas
de esas cotidianas
las que se disparan ya despiertos
que hacen que trate de abrir los ojos
los que observan las rejas en los tuyos
o son portales en los mios
no lo termino de entender
tampoco me desvela infinitamente
sé que hay claves en mi existencia
el tiempo
cuestión inmaterial
pretendidamente mensurable por los hombres
los lugares
espacio de vacíos que contienen toda la nada
y a que me reduzco
a este inmenso sentimiento que es amar
amar a mi hija y mis nietos
estar enamorado de mi mujer
encontrarme con algún amigo subversivo
esos con los que le pusimos  bombas a la noche
ametrallamos la indiferencia
sacudimos el piso para que nada fuera igual
pintamos paredones con consignas
que incendiaban la punta del pincel
copábamos algún regimiento de espinas
soportamos una larga indiferencia
cuando no la peor de las miserias,
la muerte cobarde que no se animo
a batirse mano a mano
pero esto viene a cuento de volver a escribir
y después de pensar sobre el lienzo de tu desnudez
entiendo que se trata de seguir buscando

porque para mi la poesía es la forma de no morir.

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