jueves, 23 de octubre de 2008

HUBO UNA MUJER


Desfila el agua azul de un arroyo
En la temprana primavera
Bajo un cielo diáfano y virginal
Vuela incontenible la luz de un sueño
Besa los poros de tan bello animal
Los de una hembra ronroneante sin dueño

La desprejuiciosa mujer reza mis versos sacros
Una cadenciosa música pervertida
Es el aroma de un vientre somnoliento
Desperezándose en cada sacudida
A una boca acariciada por el viento
Es la oración por la candidez perdida.

Como dibujar la nada en una cama
Después que estuviste sobre ella aniñada
Que jugaste a embriagarte de deseos
En movimientos sin edad, quedando anonadada
La luna nueva junto al añejo universo
Si hasta afrodita bajo del olimpo asombrada.

La pluma quiere recordarte en un papel
Pero es tan pequeño como simple elemento
Que solo trazando tu esencia en el aire puro
Me doy cuenta que la vida fue aquel momento
Hoy es hoy en mi nublada memoria
Tras un descascarado muro esta el amor atento.

No hay comentarios: