Que enorme espacio el de la espera
Tanto que a veces desespera
Que grande sitio el de no saber
Si vendrás esta noche
A este cuarto
Por este hombre
Tanto exaspera
Que se me ha dado por leer a Tagore
Y ver como nacen mariposas en la tarde
En las horas previas al oprobio
Al inconmensurable momento de la angustia
En el que me permito recordar
Las formas inclementes de los pétalos malignos
De alguna flor
De algún pensamiento que regué
En este invierno que se marcha con su ritmo
Viento frío
Lluvias persistentes
Cielo encapotado
Nubes grises eternizadas
Y mi mente que transporta el mañana
Inocentemente creyéndolo mejor
Claro, vendrá la primavera
Pero cuantas han llegado?... y sigo solo
En esa soledad tan invencible
Que las bahías olvidadas no se alegran
Los medanos que viven en la memoria no son reales
Ni las pisadas desnudas son lo sugerido
Solo recuerdos
o lo que es igual plata incendiada
Hoy mi noche no se tiñe de tu paso
Desnudo hacia algún lado
Ni de tu deseo imperioso
De verte completada
Inundada
De un manantial que sientes tuyo aunque mio
No, hoy es un dia diferente
El de la espera sin saber a que
Que cosa uno aguarda
Que es lo que me mueve de esta vida inerte
Pienso si serán los pasos
Las manos,
El soplo de un verano
Mi pelvis derramándose sobre la tuya
Mis manos encontrándose con tus pezones
Expuesto para ser deglutidos en esta calentura
Tanto tuya como mía
Pero estamos separados
Tanto como no quisiera,
Pero imposibilitado
De reconstruir la parte mínima
La más pequeña
De esta soledad sin compañía
De este momento en que el mundo muere
Y mi teléfono suena
Me dices que vendrás con la ropa más ínfima
Siento entonces que el mundo es un sitio mas grato
Porque reivindicare mi poesía
Aunque mi queja sea cosa de un rato
Entradas
No hay comentarios:
Publicar un comentario