miércoles, 21 de septiembre de 2011

CAER DESPIERTOS


Tras caer despierto,


En el penúltimo escalón

De esta clara primavera,

Me deshice en sueños,

En despertares humedecidos,

Como si nunca hubiera conocido

Una mañana de rosales sin dueño.

Tras despeñarme tantas veces,

En cada traspié del que me alzo

Con los rezongos de viejas temporadas,

Encuentro razones,

No muchas en verdad,

Que hacen valedera cada madrugada.

Dice el reloj

De la pared trasera,

La que da a mi eternidad

Enferma de noches y alboradas,

Que estos minutos son mentira,

Que el tiempo es solo un concepto

Sin sustento ni esencia,

Que es solo tu anhelada presencia

La que hace verosímil la realidad,

En tanto se deshace la hora precedente

Creyendo que las agujas

Nunca marcan el pasado, solo el presente.

Vienes en este día

Que comienza a terminar,

Deglutido por las sombras de la oscuridad,

Recorriendo a pulso los bordes,

Las fronteras difusas de mi verdad

Y son las plumas de mi mano,

Los dedos que lento se desplazan,

Los que dibujan una sonrisa de ojos verdes,

Como el vuelo de las alondras en mi lecho,

Como un océano calmo, sin olas,

Como una ciudadela hecha de miradas,

De ojos amarronados que se abren

A un mundo que parece desconocido

Y vuelvo a recordar

Que ya no hay cielos en la infinitud

De los espacios torpes del vacío,

De los mares que caen en el horizonte

Cuando ya no queda nada ni la apariencia,

De las penumbras sales tu,

Mi mujer amada,

La que se queda con el murmullo de mi habla,

La que planea confundida la velada,

Que se diluye cada anochecer sobre mi almohada

Y siento plenamente esa paz

La que solo da la vida

En la armonía de sentimientos en cascada.

Caigo despierto

Yaces adormilada.

No hay comentarios: