Larga es la vigilia
De un hombre solo y aterido,
Nunca imagine
Un personaje parecido,
Pero al medir el largo de su tumba
Entendí que un individuo
Es lo medible y lo medido.
Y en ese momento,
De sueños semiabiertos,
Llega el personaje sin su traje,
A percibir que no hay sepulcro
Que lo domine
Porque quiere ser incontenible.
Abre entonces
Las puertas amplias de la alegría,
Percibe el olor de las flores
Crecientes en un cuerpo
De forma y fondo femenino,
Lee su manual de instrucciones
Que le indican abordar por popa o proa,
Como un bucanero
Pirata de arrebato en el camino.
Debe hacerlo
Galante pero seguro,
Porque en estos sitios hasta las derrotas
Se venden caras y al contado,
Mientras que los triunfos,
Aun los pasajeros,
Se cobran a valor de lingotes de oro,
Aunque no sean duraderos.
Saber que ahora
No hay fundición mas apreciada
Que vos y yo,
Amada mía,
Cuando de tanto recorrer las pieles
Se oye el balbuceo de cada colada,
Percibiendo el vuelo de la paloma,
Que parte el viento de los cielos infieles.
En este instante
Solo quedan líneas de las cosas,
Queda la apariencia de las rosas,
Los sabores dispersos
La soledad erigida en pitonisa
La fuente inagotable de tu boca
Las palabras que se dicen y dijeron
Las que se callaron a destiempo,
Una inmensa intensidad
De dos almas que se quieren y quisieron.
Afuera es de día
Vuelve a escucharse nuestra melodía…
martes, 27 de septiembre de 2011
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