martes, 6 de diciembre de 2011

LA ALEGRIA DESCALZA


Andas descalza,


Llenando con tu vida

El vacío de la muerte,

Arrancando tristezas de tu lado

Y el calor,

El verano lamiéndote,

Obediente como perro guardián,

Llenas con tu sol la soledad de la noche

Y sumas piedad,

Llevando este amor como piedra preciosa

Cuando muchas veces debieras respirar,

Llenar con tu silencio el hueco de tus palabras.

Sonríes

Con una risa larga,

Estridente,

Mirando mí desconcierto,

Alentándome a construirme

Con materiales de amor, afecto, optimismo,

Hubiera querido alegrarme

Ante la presencia de quien acuna

La inmensa posibilidad del deseo, de la lujuria,

Pero me invado de nostalgia,

Y vienes a remendarme con tus besos,

A zurcir cada hueco de mi infancia,

A mostrarme que valió la pena atravesar

Caminos agujereados,

Con las alambradas caídas,

Los múltiples obstáculos que supere

Hasta revivir en este día.

Cantas,

Como lo hacia el jilguero de mi patio,

Cantas y mi corazón se alegra,

Ya no quiero beber del pesimismo,

Ni morderle las sabanas a la parca,

Siento que renueva plantar lunas

En los rosales del jardín,

En tanto los instrumentos brillan,

Sin el oxido que las enmohecían,

Y a puro reverdecer

Es que pinto de naranja

El armazón de mi existencia

Y por dentro me barnizas al amanecer.

Sumergido en el centro de las sombras

No disfrute de los bordes luminosos,

Hoy no pienso en el tiempo,

Ni en el que se fue ni en el que vendrá,

Solo restaño mis heridas,

Mis lastimaduras,

Preparándome para renacer

Una y otra vez,

Con tu compañía como levadura.

Me he quitado los zapatos

Para acompañarte a andar descalza…

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