sábado, 10 de diciembre de 2011

UN SOBREVIVIENTE

Amigo


No soy buen confesor,

Me dices que has perdido

Tu atención infantil,

Quieres que te retornen tu antigua mirada,

Deseas vivir sin destinatario real,

Sin finalidad,

Igual que cuando ebrio

Merodeabas por los claros

Sin decidirte por cual sendero

Morirían tus sueños primeros.

Amigo,

He perdido mi costumbre de preguntar,

He perdido mis ojos silenciosos,

Tú careces de la voluntad de recobrar

Aquel giro lento de carrusel pintado,

El viento que da sobre la cola de tu barrilete,

Y me confiesas que no comprendes el lenguaje,

A mí,

Pobre mortal,

Que solo tengo una lengua filosa como estilete,

Pero sin saber porque.

Se que te es difícil,

Después de tantos meses,

Caminar bajo un sol de heridas sangrantes,

Pero en este instante es lo que hay,

Hemos dejado atrás el rosedal de Palermo,

Las estatuas petrificadas en su centro,

Esperaste a que el cielo se trizara,

Pero no sucedió,

Creíste en lo mágico del numero siete,

Y solo te humedeció la espera,

La nada montada en un tiempo pretérito,

Te dije en mi lucidez,

Hay demasiado azul en el cielo,

Naranja en las extremidades de los cisnes,

Un verde incipiente en los árboles,

En tanto en tu memoria nada se rompió,

Me dices que ves rostros en las calles,

Te digo que nadie quiere ser paisaje,

Olvídate del fantasma de los otros,

Mira en el espejo de agua

En el espectro delicado en que te has convertido,

Me cuenta de tus encierros en tu cuarto,

De tus sollozos ocultos en el subsuelo,

Sabes,

No se si te hablo a ti, amigo,

O si soy yo evocándome en esos enredos,

Poco importa

Ya que encontré la formula andando,

Nunca platicando en un cuasi monologo

Sin escuchar,

Porque al final harás lo que decidas,

Pero mira esa bandada de penas que se marchan

La esperanza suele desalojar a los caranchos,

Amigo,

Ya no hablas y te has ido,

Soy un mal confidente,

Te diria, casi un sobreviviente.

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