Pienso en el tiempo
que por un agujereado cielo
me llovían las puntiagudas horas
se humedecía la pared de segunderos
mientras un charcos de instantes se secaba
en la desganada espera de mi alma
en tanto un viento terminaba el aguacero.
Pienso
cuantos ríos se han secado
por bajar las alas de mi coraje
por no hablar en el momento oportuno
por naufragar entre las dudas que yo plantaba
cuando por delante un pueblo entero
sin mezquinas intenciones
con iletrada sabiduría me alentaba.
Ahora
desterrados esos oscuros pensamientos
seré la palabra que transforme las cosas
viene la vida a desenredar mi movimiento
a cambiar esas ideas sin sentido
trazando firme los vocablos en el renglón
que digan de las más sublimes pasiones
las más volcánicas de cada una de las escenas
seré ese extenso verso
que recubre todas las bellas emociones
bajaré hasta la entrepierna de la historia
dejaré mi firma de bardo desconocido
y seguiré acariciándote
en el borde mismo de la aspereza
la que limamos con el mirar de nuestros ojos
me aferraré a las finas curvas de tu silueta
tallada con mis dedos
afirmada con el roce de mis labios
nunca me pregunté porque tan bella
esta superficie de mujer
que deleita nuestra futura eternidad
sumándonos a los amores sabios.
Entradas
No hay comentarios:
Publicar un comentario