lunes, 8 de febrero de 2010

LA CAIDA DEL DIA



Hay un momento
En que cada uno cae en cuenta
Que el dia ha caído
Que ya no será otra vez
El mismo que pasara
Ni la jornada ni el sujeto
Y de alli a la resignación hay poco trecho

Hay momentos
En que la rosa es mas rosa
El cielo más celestial
La brisa un pequeño soplo
De querubines alados
Tan livianos que se los lleva el viento
Dicen que hay instantes
Especiales, mágicos, únicos
En el que juegan a las escondidas
Las hadas, los gnomos y las almas
De aquellos que han partido
Con las escasas ilusiones en recaídas

Otros comentan en voz baja
Que han visto merodear a un arcángel
Luego sentarse a una mesa de este bar
Perdido en el alcohol hasta embriagarse
Cuando sin conciencia por la borrachera
Levanto vuelo el bribón sin animo de pagar

En las esquinas desgastadas
De la que fuera mi privilegiada memoria
Los objetos en desuso y antiquísimos
Son evocados en el filo revoltoso
De algún atardecer de primavera
Para observar las formas contenidas
En la oscura y nebulosa
Perpleja evocación de todo lo que fuera

Alli en el vértice primero
Se encuentra atrapado el aroma
De un ramo de gladiolos frescos
Destinados a la mujer embaucadora
Que el orgullo herido del muchacho
Arrojara sin detenerse en la hermosura
De las flores abiertas al sentimiento
Guiados por un impulso arrebatado
Cuando equivocado
Transformo en seria aquella travesura

Hoy es lunes
El dia ya termina
Los ángeles de la semana se desperezan
Nadie arreglo la calle agujereada
¿Será tal vez el dia martes
Otro dia,
de los tantos, en que no pasara nada?

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