Salir a la calle
En un día como hoy
No me resulto fácil
Temí que las calles no estuvieran
Que las veredas de mi ciudad
Hubieran clausurado el paso
Que las casas tuvieran sus frentes desdibujados
Me dio miedo que la gente
Ya no aparecieran
Que no pasaran como moscas
Por las estrechos senderos
Que hubieran dejado desiertos
Los cafetines de Buenos Aires
Que no viera un solo colectivo en todo el día
O los autos se notaran por su ausencia
Que ya no estuviera más nuestra Plaza de Mayo
O la Avenida Corriente
Ni las múltiples librerías
Creo que afortunadamente estaba todo en su lugar
Como lo soñé la última vez
Aquella en la que no salí
Que como hoy me quede en cama
Multiplicando las sumas de mi porteñidad
Si tal cosa existe o ya desapareció
Pero eso no lo se desde el algebra heredada
Solo puedo atreverme a cerrar los ojos
Pensando en Adán Buenosaires o en Saverio el Cruel
Y al abrir mi mirada al mundo
Digo a este cuarto en el que me refugio
Volviendo a observar que no te has ido
Que no eras una estéril fantasía
Ni un deseo postergado
Que existes desdibujando mi efimeridad
Tatuando en el tiempo tu existencia
A través de unos portentosos senos
Unas aureolas angelicales
O unos pezones como señales de transito
Así como desde esta inmovilidad mía
Me desplazo lentamente por tus labios
Freno bruscamente ante el rojo de tu mirada
O me exilio en la patria de tu boca
Como creo que existe el afuera
La Santa María de los Buenos Aires
Por surcar tus ríos color leona
Entre los zarpazos que se cuelgan
En la desnudes de mi espalda
O entre mis piernas
Que son enredaderas
Trepándose y enlazándose a las tuyas
En el calor de este verano interior
Haciendo que mi velero infle velas
Hasta naufragar en alguna avenida
Que es de tu propiedad pública
Aunque yo la usufructúe de manera privada
Así es que sin salir de mi exterior
Comparto mi vigilia contigo
En esta nueva aurora enamorada
viernes, 10 de diciembre de 2010
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