viernes, 31 de diciembre de 2010

ANDUVE...

anduve errante por la sombra del año


con la camisa arremangada, sin botones

y la alegria de saberme ignorante

de las cosas mas sublimes del enjambre

tanto fue asi esta cuestion

que nunca pregunte porque atarlo con alambre

anduve muchas horas por la plaza

con las baldosas manchadas por la ausencia

salpicadas de vacio y de bulliciosos silencios

hasta que decidido fui a tu encuentro

creo que fue en la calle de septiembre

ahi donde no suele dar la sombra

y lo atardeceres son anaranjados

creo que el ascensor me abrio tu paso

y tu puerta despejada de oscuridad

me condujo lentamente

hasta el ultimo hueco de tu primer beso

el que no se olvida en toda la eternidad

hasta sentir como el huracan de tus caricias

despiertan mis pasiones habitantes

en el septimo piso del paraiso

donde se herrumba el espejo de los pecados

sin dejar entreveer que he sido excomulgado

de la religion de los adoradores del desamor

anduve entre tus piernas alargadas

entre la filigrana de tu pubis sonrosada

o en el final de tu espalda humedecida

por el danzar constante de mi lengua

que pone y saca la cerda de su pincel

del tintero tuyo mas astral

y en el agotamiento de tu palabra

en la cascada de tus verbos

durmiendome en los senos de tu predicado

con el texto excitante de un te quiero

anduve y ahora estoy detenido

en el descanso de tus brazos

ahi quiero descansar eternamente

anduve y decidi que era suficiente

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