Piensas,
Sumergida por un instante
Pareces ida,
Como se van las tardes de otoño,
Lenta, taciturnamente mustias,
Escapando de la sombras de la noche
O en busca de abrevar del rocío de algún pétalo,
En la marejada imparable de estrellas,
Que en su quietud nocturna
Hace de la austeridad todo derroche.
Piensas
Y yo te miro absorto,
Como se miran los amaneceres,
Los que alzan algún sol perezoso,
Sacándole punta a los rayos coloridos
Los que se elevaran sobre la pradera
De tus labios rojos
O de la bocacalle de algún pueblo cercano
De perfil
Te estoy viendo en este período,
Tan natural me es este costado
Sea desvestido o arropado,
Que mi fascinación nace de la locura,
Razón perdida por propia decisión,
Por apropiarme de mis argumentos
De mi aguda y pérfida mirada,
En los pantanos de espadas oxidadas
O en los lupanares de alejados momentos.
Me doy cuanta de que ya no estas,
Que te has marchado hacia el jardín,
Llevándote tus pensamientos
Y los míos tan ardientes,
Tan volcánicos y deseosos,
Que rompen imágenes de tu presencia
En el espacio en ignición durante la alborada,
En donde brotan, chocan y se hunden
Los aromas, movimientos y las acciones
Hasta que los sueños se adueñan de la escena
Lugar abierto sin la minima frontera
Sitio de líneas que cruzan estaciones
Y siento que ya no estoy
Que soy dentro de alguna pesadilla
De pronto despierto
Y tú pensando
Creo que nunca te has separado
Solo mis miedos, mis temores, mis fantasmas
Lagos sin agua ni peces nadando
Solo abro los ojos como las alas de nuestro velero
Y allí estas
En movimiento
Decididamente mía
Conocedora de mi entrega
Que con solo dos vocablos
Se puede abrir el abismo y no caeremos
Solo dos palabras
Traducidas como te amo
Componen la poesía más extensa
Tanto como nuestra.
jueves, 21 de julio de 2011
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