martes, 16 de diciembre de 2014

PROMESAS


Hay días
que el tiempo me despeina hacia el pasado
ahí me hundo en el rencor
en heridas que no están ni son
pero es dura la migraña de mis recuerdos
como duro el humo que me pierde
entre yuyales mustios de ayeres invertidos
es que el alcohol te deja el cerebro taladrado
las penas no se mueren en un bodegón
los perros cojos vuelven pervertidos
siendo mi presente un equívoco inigualable
hasta que retiro del perchero la razón.
Hay que seguir
buscando abrir la puerta de este hoy
a las cosas positivas que llueven desde el paredón
no caer en el desconsuelo
inspirando mi trabajo con las ganas de escribir
de vivir
tengo como mandato los ojos verdes de mi hermano
que me marca en las venas la tinta de lo que soy
la promesa que Malena ha de llegar
a esta pieza donde ladran las baldosas
esperando ver caer la tela de la lujuria
solazar la angustia del espejo por su boca
que la luz del anochecer la encuentre entregada
en la música del agujero de estas horas
por donde fugarnos hacia este instante
en el que desnuda descoses las madrugadas
con los ojos vueltos a la mujer que implora
para incorporarte en vuelo rasante
descolgar las agujas del reloj que dan las dos
volves a confesarme que cansada y fría te encontras
es que en el destierro agujereaste lo anhelante
la libertad es un don que te cobra algún peaje
por eso te regalo esa esclavitud que añoras
en este espacio de sombras hay luces expectantes
buscan los pájaros que se incineran libres
que no se le acalambran las alas a pesar del viaje
me parece extraño hablar con tu promesa
pero tu pasaporte tiene el sello desgastado
las sabanas están inquietas por la larga espera
en tanto yo termino este poema en mi vacía mesa.
Roberto Brindisi


  



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