sábado, 16 de enero de 2010

EL OCEANO DE TU SEXO


Hay olas dormidas
En la desembocadura de tu océano
En el fiordo
O en las dunas
Quizás en las playas de tus ciertos
O en las aguavivas de mis pensamientos
Que se resisten a ser pescados
Por la caña del ignorante
Del vivillo de mundos fenecidos
De espejismos en medio de la nada
En tiempo, lugar y forma
Donde los jueces pierden sus togas
Y las leyes no son más que líneas desordenadas
Como las golondrinas de un otoño
Muertas sin emprender vuelo
Asi es tu desembocadura,

Asi, tan difícil de comprender
Juro que en esos días que te monto
Emprendiendo el galope descontrolado
Con los dedos tensos
Apretados
Flojos y navegantes
Las manos que penetran
En las puertas y ventanas de tu cuerpo
Con lo dedos humedecidos
Los oidos prestos al canto
De los jilgueros de tus orgasmos
Se me hace que los nudos
Que me amarran
Son los de tus piernas largas y tersas
Y mirando el cristo de la pared
Le agradezco por tan hermosos agujeros
Que algún dios te ha cedido
Para que lo bañe con la lujuria
De mi esperma apremiante
Y la pasión de mi indolencia
Aun recuerdo que mi poema
Describía la desembocadura de tus mares
Ahora surcados por mi barca
De atorrante y adulador
De vírgenes de los lupanares

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