DIOS PORTEÑO

A este dios se le ha caído el universo
Es un dios triste
De obediencias ciegas
De furias, mezquindades y fandango
De paranoias y esquizofrenias
Trasladado mil y una vez al manicomio
Donde no pudo aprender a bailar un tango

Deprimido,
El séptimo dia descanso
Torpe,
Inundo la tierra de cabo a rabo
Como un minotauro enfurecido
Destruyo las torres de babel
Se enamoro de la mina equivocada
Hasta terminar en el estaño del abasto
Tomando alcohol hasta emborracharse
Y caer rendido en la única pensión encontrada
De la zona de la chacarita

Y alli, por Dorrego casi hasta la via
Se dio a la tarea de resucitar fantasmas
Sin éxito como era de esperar
Ya que por estas tierras los espectros
Están mas protegidos siendo visiones
Que simple mortales con emociones

Hizo tantas cosas el dios de la palabra
Pero no aprendió a tomar el subte
Ni a bajarse en la estación correcta
Como no supo remontar las nubes de aguaceros
Si extasiarse con las curvas de las hembras
Que extrañado le valió inflamar su túnica
Sintiendo los calores aventureros

Asi es flaco, nos toco un dios porteño
Melancólico, fanfarrón, perdedor
Enamorado de la noche y de la farra
Degustador de los vinos y el asado
Fanático del club de la ribera
Hasta que en algún corralito financiero
Emigro con destino al cielo
Sin pasaporte, con la luna de sombrero

De tanto en tanto manda postales
Extraña esta vida sin el puerto
Los piringundines y las putas
Cosa seria saber que dios es argentino
Imperfecto hasta la imperfección más pura
Mira a Corrientes y a sus librerías
Sentirlo cuando dice
Que lo que mata es la humedad
Que este país no tiene arreglo
El, justo el, que nos hizo a imagen y semejanza
Paridos bajo un farolito
En un arrabal, que no sabemos donde esta
Y al que siempre estamos volviendo
Porque lo ultimo en perder es la esperanza.