lunes, 21 de diciembre de 2009

EL POETA, LA MUSA Y EL AMOR














Era de noche
Muy de noche
Tanto que del dia no entraba luz
Y en medio de la noche un poeta
Diseca las palabras escogidas
En el oido de su musa
Recita que le entregara las estrellas
Que vaciara el cielo azul de astros
Pero que todos son opacos a su lado

La musa tirita enamorada
Porque le dice que ha escrito su espera
Que cuando escribia soledad
La soledad lo desbordaba
Y escribia muerte y escribia expiraciòn
Que no termina pero se presume terminada

El juglar declama solemne
Lo que se ha amado no regresa
Mas lo perdido vuelve evocado
Como regresan los perros con su amo
Pero siempre hay una esperanza
Siendo la misma dulce como sus besos
Aquellos que aun no ha probado

El poeta hace una pausa,
Mira fijo el firmamento
Dice que los signos han caducado
Ante la presencia de la belleza de una mujer
La de ella, la que acaricia las rosas
La que entrega su mirada empalagada
Por los vocablos enhebrados por el bardo
Suelta su amor de mariposa
Constelaciòn fugaz de la belleza
Más en ese breve lapso aun cabe un universo

La musa que de amores mundanos conocia
Era conciente de la magia de la elegía
Donde amar se ama apasionada
Con el cuerpo, con el alma,
con las letras mas ilusionadas
En un mar real o imaginario
Que moja diferente o las olas mecen suavemente
Es amor como animal de texto
Que recuerda el sabor, el aroma, la saciedad del tacto
Que apretuja, que arrebata, que incendia
Las praderas del lecho en la mañana
O la arena hirviendo en la madrugada
Entre los medanos de sintaxis y gramatica
La musa y el poeta se pierden en la noche
En esa noche de amores tempetuosos
En esas noches de oscuridades interminables
Pero queda la palabra en la alborada
Cuando las aguilas regresan vencidas
Cuando el poema es todo o una inmensa nada.

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