viernes, 8 de marzo de 2013


ENAMORADO

Llegar a casa
después de años
después de asesinar minutos
de perder la esperanza
en un casino de alcohol
con música de putas
después de sangrar mi semen
sobre tu vagina escarchada
de recorrer los pasillos
que empujan hacia el camposanto
dejando la ropa arrugada
plancharme la piel
contra tu dermis avarienta
en la frontera oriental
cerca de la cordillera de tus senos
en un peaje de peregrinos
cuando todo se vuelve fantasmal.
Llegar al atardecer
con la alforja cargada
con pocas balas en el tambor
que necesite para perforar la luna
para borrarle la mueca a algún que otro ruiseñor
sacudirme los centímetros de orfandad
dejar en el rincón la bolsa vacía de recuerdos
los que fui juntando en mi andar iletrado
por los arrabales borgeanos
hasta terminar en este lecho
donde al fin la rosa carece de espinas
donde los pétalos no los lleva el ventilador
barrer el piso de la mugre de papel
poner la mano sobre mi fiel lapicera
buscar en mi memoria agotada
las palabras que te definan bien
decirte que tanto te extrañe
que casi muero en este lapso
en la desesperación de mi deseo
que transforman mi sangre en fría hiel.
Llegar hasta tus manos
que peina suavemente mi lujuria
que recorta los bordes de mi angustia
de estos segundos en que me siento desbordado
y entre los dedos filosos de paciencia
me voy quitando los poros de mi desnudez
abro las marcas de mis cicatrices
abandonando la soledad vuelvo a ser el hombre amado.

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