HOY PECARÉ

Mis labios

en la punta de tus senos

fueron el comienzo,

el alfa y el omega de mi deseo,

hasta descubrir que en tu aureola

se consumó el universo

las babas de piedra empezaron

a sacudir el palacio de mis penurias

el de los panes sin religión

en tanto el placer se enseñoreó

en la fuente de una lava volcánica,

la de mi lujuria

la de mi lascivia

la que después de dejar tus pezones

se fue a recorrer el continente de tu piel

llegando a detenerme en tu pelvis

donde amanecí embriagado

al beber en la bodega de los tajos de tu vagina

y desperté sobre tu mundo de curvas

que me parecieron la firmeza de tus  nalgas

y comencé en esta semana impura,

santa de todos los promiscuos,

a sacarle punta a mis desmanes

en tantos los pensamientos más ardientes

hicieron el milagro de tenerte en mi lecho

no sé si en sueños o en las vísperas

pero el reflejo en el círculo de mi espejo

se asemejó a esa luna desnuda

desprovista de prendas

de la arena de unos pocos trapos

que cubrían el suelo de simétricas baldosas

en un lugar perdido en el mundo

sitio en el que llene las botellas con tu sudor

con las partículas de tus gotas agitadas

mientras en mi alhajero capture tus gemidos

colgué en mi ropero nuestros primeros jadeos

y las marcas de una noche luminosa

fue como redescubrir en que momento

un estallido dio lugar a este cosmos en expansión

más en mi país los astros duermen

descansan tras una jornada de fornicación

desarticulándose paso a paso ese fermento

recobrando fuerzas en la vigilia de otra misa

en la que de rodillas confesamos esta pasión.