MARZO

Llueve marzo

sobre la tejas de mi humanidad

es como si llorara

no sé si de alegría o de tristeza

pero humedece mis angustias

moja los bordes de mis fobias

en tanto las gotas hechas puños

golpean sobre mi desnudez

de los años galopando como bestias.

Muerde marzo

los primeros frutos

de la desdicha crujiendo sobre la alegría

de los agujeros de mi desmemoria

no recordar tu silueta

no entregar como rehén tu nombre

no desear que alguien te posea

resistir detrás de la barricada de mi olvido

pretendiendo escriturar tu deseo

apoderarme enteramente de tu pasión

después de hacer jirones las faldas de tu vestido.

Llega marzo

cuando sentado en mi pereza

deje pasar los meses

abrí la jaula al pájaro de mi aspereza

crecieron imparables los descuidos

con la barba en mis pupilas

espere tu indecible retorno

ese que me regala tu mirada

el que me obsequia las formas de tus besos

lo que me permite alzarme

entre gemidos de esta alborada.

Llega marzo

sin que haya resuelto

si he de ser el huracán voluptuoso

o me conformare con soplar fugacidad

sé que tu recorrido no tiene estación

para dejar subir lo indeciso

por lo que decido abandonar la comodidad

poner el pie izquierdo en el escalón

y que en este mes nos encuentre indivisos.