sábado, 19 de julio de 2008

DESPEDIDA


Esa despedida
Era más bien una valiente citación
Tus manos no ambicionaban retirarse
Tu cuerpo cubierto de sudor primaveral
Como animal predispuesto a prodigarse
Lejos estaba de marcharse.

Esa despedida
Alimentada por la sal apasionada
Del apetito voraz que te consume
No pretende aventurarse equivocada
Sapiente que jamás será el que presume
Tu vencedor de oscuridades alocadas.

Esa despedida
Era una construcción de algo de la nada
Resucitaba el tiempo muerto de otra madrugada
Incitabas a cabalgar perdiendo el horizonte
En la eternidad de un instante inmemorial bifronte

Esa despedida
Que de anunciada nunca se produjo
Porque ¿Cómo irse una vez fundida
En los elementos de tu creador creado
Sin andar el mundo viéndote partida?

Esa despedida
De salitrosidad perpetua, de olas marinas
De clamores y gemidos, lengua de serpiente
No has de partir, esclava exigida de la codicia
Pues anclaste en este aturdido continente
Por voluntad de ser inmortal en un segundo
Recreadora mitológica del grito profundo
Lujurioso, que nace y muere en el encuentro
De dos mortales transformados en un dios pagano
Imposible despedida de quien llega en forma repetida.
Y se queda yéndose en cada bienvenida.

Esa despedida
Ah, nunca olvido tan esplendida huida
Hacia mis adentros en busca de la vida.

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