miércoles, 23 de julio de 2008

NUESTRO INFIERNO

Este amor nunca supo de sosiego
Antes de conocerte me eras conocida
En algún sueño, develado por un poeta ciego
Anticipo tu cuerpo de mujer enardecida

Este amor atormentado de pasión
Se consume como los libros de Alejandría
Entre pliegos de sabanas desgarradas
En tu perversa mirada que se refracta en la mía
Inquiriéndonos en quejidos en esas madrugadas

Me incendio y te incendias
No importa consumirse en lo vehemente
Nuestro nuevo encuentro ha sido ahora
En tus besos, tus arroyos, enteramente
Me vuelvo angel lujurioso en cada hora.

Transgredimos los límites del abismo
Nos inundaron las llamas del averno
Desbordaron mis diques tus afluentes
Fue de hierro el mástil que en tu rada alojaste
Con nuestra premura acalorada tan urgente

Creo que lo soñé en un antiguo sueño
Fue en el alfa de los tiempos tan eternos
Que tu nombre dibuje siendo tu dueño
Jugando a dioses en este nuestro infierno

Creí verlo escribir en una vida de otrora
Borronear desde la muerte a un bardo ciego
El verso siguiente de nuestra volcánica suerte
Este amor (sempiterno) nunca supo de sosiego…

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