Aquí donde sucumben las caracolas
Aquí donde llegan los restos de barcos en naufragio
Aquí donde agonizan las gaviotas
En las tardes frias de este invierno
Cuando las luces se vuelven hielo
La arena no planea torbellinos
Los medanos le dan forma a dos cuerpos
En esa misma orilla
Veo venir suavemente, deliciosas, tus pisadas
Y se me agita las olas de mi pecho
Aquí en este mismo margen
Tanto puede tu recuerdo
Que solo son huellas fantasmas en llegada
De pies descalzos que conocieron los mios
De piel docilmente entregada a aquella hoguera
La del ímpetu que incendio el prado
La de la lengua que hablo sobre tu cuerpo
Enhebrando vocablos furiosos
Energicamente en estado de amante
En la parte interna de tu anatomia
Donde fenecen los polvos de algun desierto
Donde emerge el vacio de mi abecedario
Construyendo letra sobre letras
Palmo sobre palmo
En esos poros originales
Nuevas mañanas
Nuevas y eternas madrugadas
Esas que nunca mueren porque las rescata el universo
Celebrando en el carrusel variopinto
Este viaje nuestro, este viaje mio
En el que bebi hasta la ultima gota
Del agua de tus calidos arroyos
Tu agradecida de absorber mi lluvia de ababoles
Entre desprejuicidas aves que son lilas en ruptura
Entre petalos contiguos en cada noche
Con mi dermis muda endurecida
Abierta a la premura de este rocio
Llenando en el cansancio ultimo tanto recorrido
En el borde unico de mi frontera
Donde cada luna en este cuarto creciente
Te ve desaparecida de sus espejos
Con la extrañeza de quien no llena
Con la convicciòn de que llegara tu sombra
En otro nombre
En otra forma
Que hallaran abrigo en mi garganta
Y tallaran silencios en mis clamores
Como tantos gritos sudorosos han logrado
En este paso en el desfiladero de mis amores
Entradas
No hay comentarios:
Publicar un comentario