viernes, 9 de julio de 2010

NADA ES TIEMPO SIN MI



Crees que todo es tiempo
Más no te culpo
Asi pensaba yo hasta esta golondrina
Hasta convencerme que no existo
Que me inventas cuando quieres
O me matas en el eterno olvido

Pienso que soy algo más que esta línea
Por momentos pienso que las curvas
De alguna desandada carretera
Esas hechas de ripio, ojos y lenguas
Por donde transita levemente
La humedad de los destiempos
Sometidas al castigo de alguna primavera

Este panal que hemos hecho
Que para ordenarlo llamamos vida
Esta compuesto de tantos desaciertos
Que inventamos a un dios que se psicoanaliza
Al ver las manos pobres de un niño
Y a Nietzche que lo declaro muerto
Cuando en medio de tanta lucidez
Del salvaje bosque de ideas hizo un lugar desierto
De donde proviene el infinito
Poblado de jazmines blancos
Con orquídeas negras en su huerto

Hay olvidos que no se instalan
Ni sombras que no devuelvan vacíos
Como albergues acuosos sin cuadrantes
Ni relojes en mi morada inexistente
Donde confluye la quietud del mundo
Sumatoria interminable de instantes sudorosos
Coro de hembras con gemidos por poemas
Discurrir interminable de sexos inmensamente anónimos
Que pueblan de pelvis adolescentes parte de mi lecho
Como confesión de haber vivido
Todo aquello excitante, aberrante
Que solo en el libro del dia del juicio final
Alguien leerá de soslayo
Envuelto en la abrigada nada
Desnudo en la desabrigada ala del pájaro de mi Sodoma
Aquel que hizo nido en los tajos
Permisivamente abiertos
Lícitamente lubricados en el roce
De tanta calentura, de tanto fuego
De las vestales de mi prostíbulo
Cuando el tiempo fue solo una palabra
Y asalto el cielo el lapso de mi goce
Asi me niego a creer que exista el tiempo  



  

No hay comentarios: