Muchas veces he sido
Un poeta prisionero
Sigo siéndolo
De lo que digo
De lo que callo
De lo que imagino que vos queres leer
Y algunas veces me rebelo
No recorro el diámetro de tu lecho
Ni me recuesto en tu pelvis recorrida
Ni hago el amor furiosamente
Como si fuera el dia del juicio final
Encadenado a pensamientos
A la locura de mis desbordes
En la quimera de ser un dios
O un soberano soñador de mundos nuevos
Trato en algún momento
De desgranar la longitud de la cadena
De dejar que lluevan los pensamientos agoreros
De mirar las veredas rotas de mi ciudad
Sin importarme las asonantes
Ni medir la distancia de mis versos
Solo dejarme ser en este lapso
Amigándome con mi menguante
En ese encierro
Del que algunas veces me doy cuenta
Tratando de salir para ser una vez alguien adorable
Me vuelven a hundir las arenas movedizas
De los mundos que aun no he desarmado
Que aun son espacios atrapantes
Donde los colores aparecen despintados
Salvo la negrura de este cuerpo regimiente
O la falta de cordura de mis pasos subsiguientes
Asi transcurre un momento
En esta vida de signos y de símbolos
Donde en muchas ocasiones es la cortedad
El profundo disgusto de resiliente
Pájaro herido con dolor expuesto
Que impide que me entregue
Que suelte las evocaciones dañinas
Que nade hacia la costa de mi mismo
Tratando de enderezar la barca de papel
Con las certezas de que solo hay preguntas
Escaseando las respuestas excluyentes
Mientras mis pupilas se cargan de miradas
Armándome desde el darme cuenta
Que soy mi solución urgente
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