viernes, 18 de junio de 2010
NUNCA ES TARDE
Se vuelan las últimas oraciones
De un poeta nunca enamorado
Se diluyen sus esperas
Siente la desazon que lo mueve
Que le inquieta la mano
Que mueve perezoza su lapicera
Que transfigura los verbos y predicados
Que evapora la rosa del vergel
Que no perdona ninguno de sus multiples pecados
Se vuelan y con el parecen ir
Los sueños y las vigilias
Los despertares más aterradores
Las mañanas de campanas lanzadas al vuelo
De carnes jovenes engullidas
Por su saciedad de sentirse inmortal
Esa que lo señala en cada pergola
Cuando pretende la amnesia perseguida
No hay escritura que le perdone el desamor
Ni hay plagios de otros sentimientos
La hoja le pide ser sincero
Mientras la mano jueguetea distraida
No sabe alzarse para mentir en este tiempo
Los engaños que transito en el pasado
Preteritos momentos de su gloria
Que hoy regresan a reirse en su partida
No hay tiempo poeta
La pluma no espera para siempre
La autenticidad fue tu salvaguarda
No saben las estrofas de engaños
Se niegan a ser cautivas de palabras violentadas
Se escabullen los renglones y las lineas
La geometria de las sinrazones
Dejaran en blanco esta madrugada
Alli cerca de la ventana azulada
Los espejos se cubren de añoranza
Lloran los malvones de ese patio
La cobardia con que abordaste la esperanza
La cama de tu cuarto es solitaria
Como la soledad de un libro no editado
Como esa vida que transito sin que la abordaras
Como los tantos despliegues que no hiciste
Para capturar la existencia en su cromia
Preferiste guardarte los blancos y los negros
En lugar de entender que la gama es mas amplia
Pero nunca es tarde cuando te decidas
A escribir tus poemas fuera de la monotonia
Nunca es tarde mientras hay vida, poeta.
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