sábado, 2 de abril de 2011

EN MI SUEÑO

En mi sueño


Tu silueta se recorta en el vano de la puerta,

Como un fantasma encantador

Que desluces cuanto hay a tu alrededor.

En esos sueños

No recuerdo el color de tu turgencia,

Ni la creciente erección de tus suspiros,

Ni los primeros frutos de tus gemidos.

Como no reconozco el gusto de tu afluencia,

Quizás porque en lo onírico

Me entretengo con los versos de tu palma,

O me deshago sin palabras entre tus piernas,

Hallazgo incrédulo de manantiales renovados,

Cuando esta vigilia azul se presenta eterna.

En estos sueños

Vuelo a la par de alguna golondrina,

Soy verano que incita oquedades,

Tengo la sospecha abierta de mi mirada,

Junto a la permanente certeza de mis verdades.

Sin despertar,

Sin la conciencia de estar adormecido,

Busco entre los pétalos insurrectos,

Las veredas zigzagueante de tus formas,

Plantándome en el centro de tu persona,

Abriendo espacios en el destiempo de tus gotas,

Esas mismas que trajinadas se hacen temporal,

Arrebatando cuanto encuentra a su paso,

Sin calma ni resignación como la marejada,

Como olas deslustradas en su circular,

Hasta arrasar la costa plena de mi nocturnidad.

Extraña sensación la de despertar

Dentro de un sueño que no es irreal,

La de confundirme con las luces de la madrugada,

Cuando la luna toda aparece arrebolada,

Y saberme sabiéndote,

Existiendo solo en la palabra proclamada,

En el extenso discurso de una vida,

En ese universo extremo y paralelo,

Donde nuestra existencia se significa,

Entre los muros desmadrados

De una narración que al soñar nos purifica.

Hay infinidad de veces que sueño

Con la objetividad de la vida,

Con la suprema subjetividad de lo nacido,

En la que nos amamos sin reproches y sin dueños.

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