miércoles, 18 de abril de 2012

LA VIDA DESIGUAL


La vida,
Como palabras desordenadas
En busca de cierto equilibrio.
La mía
A veces con pasos cansados,
Otras con el caminar etéreo
Cual el ladrido sordo de un perro extinto,
Eso es solo un ápice,
La primera letra sobre el papel,
Punteado de estrofas irredentas
Que suelo llamar poema por mera cobardía.
La vida,
La que se juega en los lugares marginales
No es igual a la que poseo
O la que pude y quise ir elaborando,
No,
Allí la oscuridad se hace a la mañana,
Los ruines comercian y negocian
Entre mujeres inocentes violentadas,
Tantas veces violadas,
Con niños que no se sabe si lo son
O han devenido en presas de casa menor
Sustentada en la hipocresía de los que calculan,
Los que suman unas monedas más,
Los que tienen hijos que se abastecen de mandanga
Entre los pasillos estrechos y puertas de chapas.
Pero la vida tiene otras cosas,
Tiene la verdad de saberse tan distinta
De acuerdo a donde caiga la manzana,
Puede que en un espacio sin fronteras,
Entre los que creemos en ángeles eunucos,
Le rezamos a la virgen del presente
En la peregrinación austera de los sábados
Cuando nos quedamos solos dulcemente,
La vida es una gran tramposa,
La misma que responde con gambetas
Sin responder si este amor es cosa de dementes.
Por eso
He decidido no escribir más poesías
En lo que resta del día de ayer,
Solo lo haré en estas horas
De atardeceres melancólicos,
Cuando se levante el toque de queda en tus labios,
Cuando se liberen tus pupilas en plenitud,
Cuando nada detenga la marcha del deseo,
En esos momentos casi eternos
Cuando la noche se funda con la almohada,
Mientras el albor se avecine entre gemidos
Y en el pliegue de una esquina de mi cuarto
La vida sea por breve lapso, vida enamorada.


  

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