jueves, 17 de enero de 2013


ADAGIO

Al despertarme
vi en mi espejo
una sombra
creando a un hombre,
vi pasar lentamente
unos ojos solitarios
por los estantes de mi biblioteca,
vi el vuelo de un libro
de tapas duras de cartón
que aterrizó en el suelo,
alguien semejante a mi
creo que se duchó
en el agua fría de una moraleja
y me levante
decidido a escribir mis reclamos
en una ajada hoja vieja.
Me sorprende
que aún esté tu desnudez
cubriendo tu cuerpo inerte
ese por donde corrió el vino
saltaron unos dedos espigados
se aferraron a tus cornisas
unos besos prohibidos
en un mar de curvas en movimientos
pórtico que abrimos de costado.
Aluciné
que me dormía en tus sueños
donde llovía torpemente
sin llegar a ser un aluvión
vi correr por tus riachos
tus prendas perdidas en la ocasión
las mismas que arranque
con voracidad al estar despiertos
cosa que he de contar a los muchachos.
Ahora
al fin de pie y con el rostro planchado
me di a la tarea de rearmarme
parte por parte
en el sótano de mi niñez
y en el altillo de mi juventud
finalmente encontré mis brazos
apretados a los muros de tu espalda
no se que soplo entro por el ventiluz
que desdibujó el escenario
te levantaste en toda tu plenitud
sin la hoja que cubrían tu vagina,
con las letras que describen mis genitales
mas algunas líneas que cuentan el naufragio
donde enterramos por completo los anales
al son querible de este nuestro adagio.

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