domingo, 13 de enero de 2013


VOY SABIENDO

Saber
que soy
la maldición tardía,
la de un febrero
un fruto campesino
con pañales de surcos
abiertos,
quien temprano
se rebeló contra la injusticia
rompiendo las vidrieras
y con los cristales
hice un cielo nuevo
raye las nubes viejas
partí al medio
la noche de los días
mientras el filo de las astillas
mataban angustias ya añejas.
Saber
que la sangre
que corre por mis venas
son del color de la pobreza
que mis arterias
pasan agazapadas
bajo la piel de mi mirada
mientras veo mi espalda,
beso la tuya,
que como granada
hace explotar mi cordura,
vuelo de ojos ansiosos
de lenguas en explosión
percibiendo junto al marco
sonidos de tacones fantasmas
presencia de lo desnudo
en el centro de esta habitación
que tiene futuro de cenizas
y presente en excitación.
Saber
que mi cuerpo
es un breve tajo en la silla
una extensa diagonal
en el diámetro de tu persona
que cavó en tu piel
sembrando poros de lujuria,
que siempre he sido fiel
amante tuyo incondicional
que no se rinde ante las penurias
eso y mucho más
es que me hizo poeta
después de un extenso penar
me sumergí en tu esencia
pudiendo amar
construyendo nuestra propia meta.






No hay comentarios: